Cecilia Fonseca S.
autismopanama
En una reunión extraordinaria del Patronato del Centro Ann Sullivan Panamá (CASPAN) que tuvo lugar este viernes 1 de marzo, se acordó instalar una mesa de trabajo para buscar alternativas para los adultos con trastorno de espectro autista (TEA).
Aníbal Miranda, director del CASPAN, informó que la próxima semana debe instalarse la mesa de trabajo en la cual participarán representantes de CASPAN, del Ministerio de Educación (Meduca) y otros actores, como el Ministerio de Trabajo (Mitradel).
El propósito de esta mesa, indicó Miranda, es generar un nuevo proyecto para la atención de adultos. “Creo que eso es algo bueno que ha surgido de todo esto”, aseguró.
Detalló que lo que se va a hacer es, entre todos, crear un nuevo proyecto de orden interinstitucional. Creo que es un buen momento para aprovechar y crear, pero siempre la metodología que se propone usar es la de CASPAN, que no deja de estar involucrado. Destacó que hay muchas posibilidades abiertas y que es el momento de pensar en nuevas posibilidades, nuevos servicios y "en eso es bueno que se involucren otras instituciones, como el Ministerio de Trabajo, que es la propuesta de la ministra de Educación y que va a ser nuestro norte".
La reunión extraordinaria de los patronos del CASPAN se efectuó una semana después de que representantes de familias que se oponen a que sus hijos mayores de edad sean trasladados de un programa presencial a uno con supervisión en casa y que demandan que sean entrenados para el empleo, fueran recibidos en cortesía de sala para escuchar sus argumentos y preocupaciones. Estas familias interpusieron ante la Defensoría del Pueblo una queja por presunta “violación de los derechos” de esta población con discapacidad, en diciembre de 2023.
Miranda explicó que el programa creado para la población adulta que sería enviada a casa, denominado de "Vida adulta e independiente”, se va a mantener tal y como lo ha planteado CASPAN. “Hay familias que sí están interesadas en este programa y se han acogido a él, porque les es conveniente, por múltiples razones”, adujo.
Sin embargo, apuntó que “también tenemos que entender a aquellas familias que no están de acuerdo y la próxima semana lo que tenemos proyectado es presentarles un nuevo proyecto en el que se incluyan esos aspectos, aumentando significativamente la cantidad de horas en la institución, y también orientada hacia la adquisición de habilidades que puedan ser destinadas al plano laboral”.
Para esto último, es decir, para el desarrollo de habilidades enfocadas en el empleo, se utilizarían espacios que tiene el centro y que de acuerdo con lo detallado por el director de CASPAN, son espacios que no necesariamente son aulas.
“Creo que vamos avanzando y de toda esta situación pueden salir cosas importantes y buenas, no solamente para el grupo que está ahorita sino para el grupo que viene porque hay una sentida necesidad de atención y de servicios para las personas adultas con TEA”, remarcó Miranda.
Consultada sobre la decisión adoptada en la reunión del Patronato, Xenia García, una de las voceras de los padres afectados, manifestó que hasta la noche del viernes no habían recibido la información y que esperaría a ser notificada oficialmente.
El 21 de febrero, un día después de que García y Katiuska Martínez hablaran ante el Patronato en representación de las familias afectadas –20 de acuerdo con sus registros— hicieron llegar una nota dirigida a los patronos, en la que reiteraron cuatro aspectos que debían ser consensuados para luego ir a la mesa de trabajo:
Su rechazo al nuevo programa, que consideran ha sido impuesto a pesar de que fue aprobado por el Patronato.
Que se reintegre a todos los usuarios adultos del CASPAN mayores de 21 años a su horario presencial de lunes a jueves, sin la presencia de sus padres.
Que se incluya de forma “obligatoria” a todos los estudiantes vinculados a la queja al Programa de Entrenamiento Laboral.
Que no sean los padres los encargados de implementar un programa que, alegan, debe ser aplicado por un especialista entrenado, además de que las horas que garantiza la ley para permisos laborales no serían suficientes para que los padres cumplan con el programa y puedan llevar a sus hijos al resto de atenciones necesarias (ortopedia, gastro, odontología, entre otros servicios técnicos y médicos).